sábado, 16 de junio de 2012

La miel, las abejas y la biodiversidad. Un proyecto del FAPAS.


La abejas han producido la miel, un alimento base para el ser humano durante siglos y debido a la acción del hombre pasa en la actualidad por un momento muy delicado que debe ser motivo de atención.


LA ABEJA, el principal polinizador del medio natural, ha pasado a depender totalmente del hombre para sobrevivir, ya que los tratamientos fitosanitarios son imposibles de aplicar en poblaciones silvestres, fuera de la colmena.


Aunque lo pequeño suele pasar más inadvertido, no por ello es menos importante.
La desaparición de las abejas en estado silvestre, puede suponer una situación de crisis ecológica, de mucha más envergadura que la posible pérdida de especies tan emblemáticas como el oso o el urogallo.


En este sentido hoy os traigo a mi blog el trabajo y dedicación de mis amigos del FAPAS para intentar paliar este gran problema. Muchas horas de dedicación y esfuerzo, de subir y bajar montañas por riscos inaccesibles y mucho luchar con el objetivo de conseguir financiación para llevar a cabo sus proyectos, proyectos sin ánimo de lucro que llevan años dando sus frutos. A la cabeza Roberto Hartasánchez un defensor incansable de la naturaleza a la que ha dado la mayor parte de su vida y con el que he tenido el placer de compartir muchas horas de montaña. Ver su trabajo en directo siempre es impresionante, este viejo lobo de montaña duro como una piedra es capaz de ver el rastro de un animal donde otros no ven nada y seguirle en el monte a su ritmo es bien difícil, conocedor de los muchos problemas de la naturaleza en España ha sido el propulsor de grandes proyectos que han salvado la vida a animales en peligro de extinción como el oso pardo, el buitre leonado o el urogallo. España le debe mucho a este hombre y a su querido FAPAS.



Su propuesta de trabajo consiste en aumentar la productividad de los ecosistemas de montaña, tanto en bosques, pastizales y zonas de vegetación media, en los municipios lebaniegos de Camaleño, Vega de Liébana, Cillórigo de Liébana, Cabezón de Liébana y Pesaguero, mediante la utilización de 10 unidades móviles de polinización, durante un periodo consecutivo de 2 años, promoviendo de esta forma, la expansión natural de un ecosistema clave para la conservación de 2 especies en peligro de extinción: el oso pardo y el urogallo.

Este proyecto es una muestra de lo mucho que puede hacer el hombre para solucionar problemas creados por él. También es una muestra de la buena inversión de empresas y fundaciones en ONG´s  serias y respetadas. En este proyecto ha colaborado la Fundación Banco de Santander.
Or recomiendo entrar en el siguiente LINK para descubrir el fascinante trabajo del FAPAS con el que puedes colaborar a título personal o empresarial.
¡Enhorabuena Roberto y familia del FAPAS, el trabajo y la dedicación plena siempre da frutos!


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